Sólo dos opciones
El otro día vi en un chester in love una entrevista a María Belón , mujer cuya historia inspiró la película de Lo imposible . Oírla hablar sobre la tragedia a la que sobrevivió ella, y toda su familia, no tiene desperdicio. Entre miles de mensajes dignos de apuntarse como "nota mental", muy carpe diem y todo lo que solemos escuchar a quienes pasan por una experiencia similar, me quedé con una: que ya no vive con el lujo de pensar que somos eternos. Con la "soberbia de sentirse infinito". La experiencia ha marcado el rumbo de todos los suyos. Como bien dice María, algo así o te hace vivir el resto de tu vida como víctima o te hace afrontar cada día como si fuera el último. Es lo que tiene tener a la muerte tan cerca, que te despierta a la vida. Salvando las distancias, me sentí muy reflejada en sus palabras. Soy otra persona desde que ella se nos fue. De hecho, soy mejor persona. No lo creo, lo sé. Pero, lamentablemente, su pérdida también ha traído mucho