Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2013

Dos años sin ella

Imagen
Hoy he soñado con ella. Menos bonito de lo que querría, pero he podido verla, hablar con ella... Un regalo para el día de hoy. En esos momentos de tortura gratuita que tengo (son pocos, pero los hay), me culpo de rendirme con ella. Ya ves, qué tontería. Pero recuerdo esos días de su enfermedad que luchaba incansable y el momento, en un gesto libre de todo egoísmo, en que pensé "si lo mejor para ella es que se vaya, que sea lo que mejor sea para ella".  Me torturo a veces por ese momento. Como si por mi consentimiento, ella hubiera optado por descansar. Absurdo, pero como mucho en este aprendizaje. Y en mi sueño de hoy, sólo le gritaba "no te rindas! Quédate conmigo!", sonando más a exigencia que a súplica. Dos años se cumplen y aún hay días en los que despierto sin tener claro qué ha pasado . Increíble pero cierto. Aún ahora, h ay sueños que me confunden tanto que al despertar tengo que destinar unos minutos en aclarar si todo no ha sido más que una pesad

Fun, fun, fun

Imagen
Los previos a los días señalados resultan siempre peor que el propio día. Te ves venir la sacudida, la llevas días esperando y, de alguna manera, te has preparado. Se elimina todo factor sorpresa.  No se si será que llevas tantos días pensando en el momento que toca afrontar que cuando llega te coge hasta cansado como para vivirlo con la intensidad que esperabas. Las espectativas no  se cumplen.  Un día como el de hoy. En que tratas de no escuchar la triste letra de un villancico y no te sorprende que amenace con llover día y noche. Poca fiesta. Pero llega el momento, esa cena, y todo pasa más rápido y "mejor" de lo que esperabas. Y aunque hay silencios y conversaciones que interrumpes en tu mente para recrearte en un recuerdo con ella, la cena pasa y fue peor imaginarte sentada en esa mesa, organizar qué comer y pensar en qué ponerte. Lamentablemente, todo ese sobre esfuerzo que haces casi sin darte cuenta, desaparece. Y es peligrosa esa bajada de guardia

Todo sigue igual

Imagen
Ya me puede más la costumbre, me extrañan menos el cómo sentir ciertas cosas, cómo percibir la vida. Pero los primeros meses, recuerdo cómo me quedaba casi perpleja, como sin comprender que el mundo siguiera su marcha. Todo seguía igual. Vivíamos en la misma casa, de la misma calle, del mismo barrio con sus mismas tiendas. Pero nada era ya igual. Qué sensación tan rara sentir tan extraño lo que bien se conoce. Mucho de eso he escrito ya. Recuerdo no poder soportar ver anunciarse esa novela que ella seguía en televisión, ¡cuantísimos años de emisión! yo le decía que se quedaban con ella, cambiando la trama y los personajes cada vez que volvíamos de verano. Y ahí estaba, un anuncio de la nueva temporada y yo pensaba: " pero, cómo pueden seguir echándola si ella ya no está para verla... ". Y ese perfumé que ella compraba, " por qué se sigue vendiendo!?! ". No lo entendía. Cuando pierdo algo, a veces tiendo a no preocuparme que aparecerá. Sigo con mi dí