Hace poco más de un año

He encontrado algo escrito por mí hace poco más de un año, a media libreta, para no ser encontrado sólo con abrirlo.

Hace poco más de un año escribía agradeciendo la vida que había llevado en el que hasta la fecha fue mi hogar. Y les decía, a Ella y los demás, que sabía que no les perdía, que sólo era una nueva forma de relacionarnos, bajo techos distintos, pero que me iba con pena por lo feliz que me habían hecho sentir todo este tiempo.

Precisamente ahora, hace poco más de un año, esa es la próxima hoja de la libreta que me tocaba usar. Desde luego, hay días como hoy en el que te pasan cosas como ésta y te dices "como no entender ahora la vida de otra manera? Como no parecerte los problemas de ayer una estupidez? Como no hacerlo, si el año pasado por estas fechas sentía un nudo en la garganta sólo por dejar de vivir bajo el mismo techo que ella y ahora no la tengo ni bajo este mismo mundo?!?!"

Y siempre fue por ella. Mi falta de decisión por poner la fecha para la mudanza, mi miedo por perderme tanto cotidiano... Todo fue por ella. Porque nuestra relación en particular, de la que nunca me cansaré de escribir, se alimentaba de momentos diarios.

Un domingo, como hoy, decidí que sería mi última semana para la mudanza que, o lo hacía así, directamente, o no podría poner fecha nunca. "El teorema de la tirita", como les decía en mi escrito. Me pasé la semana intentando hablar con ella. En algún momento le dije "oye, tendremos que hablar, no?" y recuerdo como cerró la puerta de mi cuarto diciendo "no, no, yo no quiero hablar de nada" y casi lo agradecía, porque me parece que ella quedaba fuera del cuarto con lágrimas en los ojos. De lo que estoy segura es de que yo me quedaba con las mías al otro lado de la puerta, así que valiente conversación íbamos a tener...

Tanto fue así que les dejé un recuerdo para que lo viesen al irme. Allí les decía todo lo que ella y yo no pudimos ni comenzar a decirnos y que sin duda sabía que no habría logrado decirles en mi despedida.

Y se que ella lo vivió tan como yo. La "despedida" fue rápida, sin florituras, nada digno de final de película "ñoña", y sé que surgió así por no hacer un drama de algo que no lo era, y por saber que seguiríamos viéndonos aunque no fuese a diario y, además, en parte ellos lo hicieron por apoyarme de esa manera en mi nueva gran etapa.

Pero, desde luego, ella y yo sí que habríamos montado la escena, y de Oscar! Ella fue quien me cerró la puerta de la que hasta ese día y siempre sería mi casa y casi agradecí que el ascensor llegara pronto porque no sabía cuánto tiempo más contendría mis emociones.
Bajé con mis maletas y tomaba la calle cuando me llamaron desde la ventana y les encontré despidiéndose de mí. Lo poco que les logré aguantar la mirada me sirve para guardarme esa imagen para toda la vida.

Me han contado lo que yo no pude ver al irme. Como ella les decía a los demás que no estaban siendo conscientes del momento que acababan de vivir, con lágrimas en los ojos y casi reclamándoles más atención a mí o hacia ella misma, que acababa de ver marchar de casa al primer miembro de la familia.

Qué distinta sería una noche como hoy en una vida en la que pudiéramos recordar juntas que hace un año desde que me mudé. Qué distinto que pudiera decirle "Un año ya..." y ella me dijera "cómo pasa el tiempo...". Qué distinto si hoy pudiera llorar sólo por eso.

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